Líder en Sostenibilidad de la compañía para América Latina
María Paula Duque: “En Microsoft vemos a Chile como un centro de excelencia para la innovación climática”
El Mercurio
La ejecutiva estuvo en el país para una inédita actividad en que la gigante tecnológica juntó a 30 grandes empresas con 30 startups enfocadas en soluciones cleantech para explorar posibles sinergias. ¿El resultado? Se lograron 50 matches .
Fuente: El Mercurio
‘Lo que pasó es un hito en materia de sostenibilidad y tecnología’, asegura María Paula Duque, líder en Sostenibilidad de Microsoft para América Latina.
Se refiere a una actividad que la compañía organizó en el marco de sus 30 años en la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile. Con el apoyo de Imagine, CLG-Chile, EY y Climatech-Chile, la tecnológica convocó a 30 grandes empresas del país y las puso en contacto con 30 startups que ofrecen soluciones para problemáticas vinculadas con el cambio climático basadas en la tecnología. De la actividad surgieron 50 matches.
‘Somos un convencido de que la sostenibilidad y la tecnología van de la mano y que la tecnología es un habilitador de un mundo sostenible. Queremos ser la plataforma preferida para la construcción de soluciones de innovación climática. Microsoft es un articulador para que otros desarrollen sus negocios y nuestro rol no estaría completo si solo les vendiéramos a las grandes empresas. También queremos habilitar a las startups y conectarlas para que esos negocios den frutos a futuro y puedan brillar a través de su interacción con empresas grandes’, dice la ejecutiva colombiana.
—¿Esto que organizaron en Chile lo hacen en distintos países?
‘Con mucho orgullo debo decir que Microsoft está innovando con esto en Chile. Es el primer evento de este tipo que hacemos con foco en cambio climático y ha puesto la vara alta. De todos modos, trabajamos mucho con startups. Este año lanzamos una plataforma muy potente, que se llama Microsoft Entrepreneurship for Social Impact, que busca darles a los emprendedores de impacto social una base tecnológica’.
—¿Cómo ven a Chile en este sentido?
‘Sin duda, están innovando en generar un ecosistema de startups tecnológicas con foco en cambio climático. Vemos a Chile como un laboratorio climático, como un centro de excelencia de innovación climática o le podemos poner muchos títulos sofisticados. Pero lo clave es que Chile tiene varios elementos importantes. Es un país que enfrenta retos de cambio climático muy importantes, lo que genera innovación y oportunidades; cuando un país tiene tanto estrés hídrico o una Ley REP, aparecen startups casi naturalmente en esas áreas. Hay condiciones habilitadoras para ese ecosistema. Otro dato importante es que casi todas las startups que participaron en nuestro encuentro son del portafolio de Corfo. O sea, hay un ecosistema, hay políticas públicas que lo incentivan y la situación del país hace que la conversación de cambio climático esté a flor de piel y eso activa a los emprendedores a generar ideas, soluciones y nuevos negocios’.
—¿Por qué deciden jugar ese rol?
‘Llevamos años trabajando para ser una empresa sostenible, queremos ser carbono negativos al 2030 y remover el total de las emisiones históricas que ha generado la compañía al año 2050. Tenemos un fondo de innovación climática de mil millones de dólares a cuatro años para invertir en nuevas tecnologías de extracción de carbono y queremos ser agua positivos al 2030. Y también estamos enfocados en economía circular, de modo que todos nuestros productos puedan ser reutilizados por otros y estamos buscando soluciones para la basura electrónica, alargando la vida útil de nuestros productos. Además, queremos conservar al menos la misma cantidad de tierra que ocupa nuestra operación, es decir, unos 17 mil acres’.
—¿Puede la tecnología ayudar a remontar lo retrocedido con la pandemia y la guerra en reducción de emisiones?
‘La tecnología hace más eficientes a las organizaciones. Y eso no solo es en términos económicos, sino también en materia de emisiones. Un cliente más digital es un cliente más sostenible. Cuando uno piensa la transformación digital como un habilitador de la eficiencia, la siguiente capa es cómo permite un mundo menos contaminante’.
—Cuando se habla de criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo), parece que la ‘A’ desplazó en prioridad a la ‘S’ y la ‘G’. ¿Lo ve así?
‘Tenemos una estrategia completa de ASG. Pero subimos el tono de la ‘A’, porque si el planeta no existe, no habrá ni ‘S’ ni ‘G’. Todos tenemos que hacer foco especial en la A, por la urgencia y por la eminente necesidad de frenar las emisiones de carbono’.
Se refiere a una actividad que la compañía organizó en el marco de sus 30 años en la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile. Con el apoyo de Imagine, CLG-Chile, EY y Climatech-Chile, la tecnológica convocó a 30 grandes empresas del país y las puso en contacto con 30 startups que ofrecen soluciones para problemáticas vinculadas con el cambio climático basadas en la tecnología. De la actividad surgieron 50 matches.
‘Somos un convencido de que la sostenibilidad y la tecnología van de la mano y que la tecnología es un habilitador de un mundo sostenible. Queremos ser la plataforma preferida para la construcción de soluciones de innovación climática. Microsoft es un articulador para que otros desarrollen sus negocios y nuestro rol no estaría completo si solo les vendiéramos a las grandes empresas. También queremos habilitar a las startups y conectarlas para que esos negocios den frutos a futuro y puedan brillar a través de su interacción con empresas grandes’, dice la ejecutiva colombiana.
—¿Esto que organizaron en Chile lo hacen en distintos países?
‘Con mucho orgullo debo decir que Microsoft está innovando con esto en Chile. Es el primer evento de este tipo que hacemos con foco en cambio climático y ha puesto la vara alta. De todos modos, trabajamos mucho con startups. Este año lanzamos una plataforma muy potente, que se llama Microsoft Entrepreneurship for Social Impact, que busca darles a los emprendedores de impacto social una base tecnológica’.
—¿Cómo ven a Chile en este sentido?
‘Sin duda, están innovando en generar un ecosistema de startups tecnológicas con foco en cambio climático. Vemos a Chile como un laboratorio climático, como un centro de excelencia de innovación climática o le podemos poner muchos títulos sofisticados. Pero lo clave es que Chile tiene varios elementos importantes. Es un país que enfrenta retos de cambio climático muy importantes, lo que genera innovación y oportunidades; cuando un país tiene tanto estrés hídrico o una Ley REP, aparecen startups casi naturalmente en esas áreas. Hay condiciones habilitadoras para ese ecosistema. Otro dato importante es que casi todas las startups que participaron en nuestro encuentro son del portafolio de Corfo. O sea, hay un ecosistema, hay políticas públicas que lo incentivan y la situación del país hace que la conversación de cambio climático esté a flor de piel y eso activa a los emprendedores a generar ideas, soluciones y nuevos negocios’.
—¿Por qué deciden jugar ese rol?
‘Llevamos años trabajando para ser una empresa sostenible, queremos ser carbono negativos al 2030 y remover el total de las emisiones históricas que ha generado la compañía al año 2050. Tenemos un fondo de innovación climática de mil millones de dólares a cuatro años para invertir en nuevas tecnologías de extracción de carbono y queremos ser agua positivos al 2030. Y también estamos enfocados en economía circular, de modo que todos nuestros productos puedan ser reutilizados por otros y estamos buscando soluciones para la basura electrónica, alargando la vida útil de nuestros productos. Además, queremos conservar al menos la misma cantidad de tierra que ocupa nuestra operación, es decir, unos 17 mil acres’.
—¿Puede la tecnología ayudar a remontar lo retrocedido con la pandemia y la guerra en reducción de emisiones?
‘La tecnología hace más eficientes a las organizaciones. Y eso no solo es en términos económicos, sino también en materia de emisiones. Un cliente más digital es un cliente más sostenible. Cuando uno piensa la transformación digital como un habilitador de la eficiencia, la siguiente capa es cómo permite un mundo menos contaminante’.
—Cuando se habla de criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo), parece que la ‘A’ desplazó en prioridad a la ‘S’ y la ‘G’. ¿Lo ve así?
‘Tenemos una estrategia completa de ASG. Pero subimos el tono de la ‘A’, porque si el planeta no existe, no habrá ni ‘S’ ni ‘G’. Todos tenemos que hacer foco especial en la A, por la urgencia y por la eminente necesidad de frenar las emisiones de carbono’.