Columna por: Javier Cueto, CEO Grupo Imagine
Sin duda la forma de ver la vida, las relaciones sociales y formas de interactuar, el trabajo y el concepto de sociedad ha cambiado. Hoy estamos enfrentando una nueva, desafiante e incierta etapa de cambios a días de iniciar la redacción de una nueva constitución, la cual definirá la concepción de la sociedad que queremos ser en los próximos 20 a 30 años.
Esta visión de la sociedad va más allá de la política e ideología, sino que de hacernos cargo de los desafíos del futuro que como sociedad debemos enfrentar y de entender las transformaciones que estamos viviendo. Hoy vivimos en un mundo cada día más digital, conectado y sin límites, en donde el conocimiento, transacciones y relaciones están al alcance de la mano, y debemos entender y abrazar el potencial que tiene la tecnología para generar una mejor y equitativa sociedad.
La tecnología e innovación están permitiendo generar miles de empleos a través de la creación de nuevos startups, desarrollo de mercados y la inversión de capital de riesgo, gracias a esto se está mejorando la calidad de vida de las personas y un claro ejemplo es Betterfly. Esto logra acortar brechas de acceso a bienes, información y conocimiento de manera democrática, un pilar fundamental para lograr una sociedad con igualdad de oportunidades en el futuro.
La pregunta que nos debemos hacer es ¿cómo nos aseguramos lograr una igualdad de oportunidades en nuestra sociedad? El ecosistema de emprendimiento es un muy buen referente para que nuestros constituyentes lo analicen y se inspiren de cara a las preguntas que debemos resolver de futuro, no sólo del pasado.
En Grupo Imagine vemos como día a día hay startups que desarrollan soluciones innovadoras para problemáticas y derechos fundamentales de las personas, y que la constitución busca garantizar, haciéndose cargo de temas como la sustentabilidad y medio ambiente, salud, educación, inversión, manejo de recursos naturales y productividad. Al mismo tiempo, hoy este ecosistema nos está enseñando el potencial de colaborar y las externalidades positivas que esto produce, a través de iniciativas entre grandes corporaciones y startups (Corporate Venturing), lo que trae como resultados satisfacer necesidades concretas de las personas a través de nuevos o mejores servicios/productos, al igual que potenciar el crecimiento económico inclusivo.
Nuestra nueva carta magna debe catalizar y potenciar el desarrollo de la innovación, tecnología y colaboración como un pilar fundamental de la sociedad que queremos ser, asegurando mayor conectividad y acceso a la tecnología sin discriminación, ya que de la mano con buenas políticas públicas y derechos fundamentales, dicho fortalecimiento nos permitirá generar una sociedad emprendedora, con mayor oportunidades independiente de nuestro origen, más equitativa, pero por sobre todo, una sociedad que será capaz de hacerse cargo de los desafíos y cambios del futuro de una manera proactiva, certera y clara, sin descontento ni discriminaciones.